La familia

La familia: diversión asegurada

La familia es el primer ámbito socializador del niño. Es muy importante que se establezcan una normas morales dentro del hogar, para que el niño vaya adquiriendo determinados valores importantes para su desarrollo social dentro de la escuela.

Sucede con normalidad que algunos de los niños del aula de educación infantil, se revelan ante el sistema de normas impuesto por su profesora. esto se debe al sistema d valores que se lleva en su hogar, y si se contradice con el que se le enseña en la escuela, es necesario informar a los padres o tutores del menor que deben cambiar las normas y los valores que se están inculcando en casa, puesto que sino, el niño puede entrar en un estado de sock y confusión que no facilitará su desarrollo emocional, ni social.

Es importantísimo llevar a cabo una srie de actividades en el núcleo familiar para así establecer lazxos afectivos y vínculos de unión.

Una actividad que se me ocurre, es la de realizar deporte: los niños en estas edades están prácticamente todo el día en movimiento. Debemos inculcarles a través de excursiones al campo a la montaña, paseos en bici, o nadar en la piscina, el entmiento y el valor de la actividad y de la forma física como algo muy positivo para el cuerpo humano y su desarrollo.

Otra actividad podría ser una obra de teatro familiar en la que todos los componentes de la familia deben crepresentar un papel. A estas edades los niños disfrutan con el juego simbólico y las representaciones. Además, aumenta en gran medida la buena relacion y la confianza con sus progenitores.

Crear un taller de cerámica en la cocina de casa seguramente sea una idea divertida de pasar el rato en familia con los´más pequeños. Aumenta y mejora de forma considerable la motricidad del niño si se realizan actividades como ésta. El tacto, el sentido principal para desarrollar la actividad, se relaciona con la sensibildad. La mejor forma de llevar a cabo este taller de modelado será haciendo la masa en casa. Receta:

Mezcla 2 tazas de harina, 1 taza de sal, 4 cucharaditas de cremor tártaro, 2 tazas de agua y 2 cucharadas de aceite. Caliente a flama media hasta que se forme una bola pequeña. Retire del calor y amase hasta que quede sin grumos. Esta masa la puede almacenar en un recipiente bien cerrado o congelarla.